La batalla de las ideas:
Mujeres hondureñas en Resistencia, protestando junto con los hombres en Resistencia en contra el golpe de estado el 28 de junio de 2009. Foto: Mirian Emanuelsson |
El feminismo no pasa por nimiedades…
…aunque tantas cosas se hagan en tu nombre
Por Ingrid Storgen
Pocas cosas más interesantes que el
camino emprendido por las mujeres en estas sociedades donde el esquema
patriarcal fue dominante y donde las mujeres fuimos históricamente víctimas de
teorías preestablecidas que nos dejaban muy mal paradas.
Comenzamos a
andar aunque falta mucho, no es ni será fácil romper con los viejos bosquejos,
la tarea necesita del esfuerzo y la comprensión de los dos actores sociales:
hombre y mujer. Pero si hay algo de lo que tenemos que estar seguros y seguras,
es que el feminismo no puede pasar por nimiedades que producen que a veces
centremos los discursos en cuestiones que minimizan el rol central de nuestro
proyecto emancipador.
Esas
nimiedades irrumpen en el escenario cuando queremos reemplazar palabras que
poco tiene que ver con el concepto de fondo de la diatriba feminista.
Se que esta
sensación personal compartida con los compañeros y compañeras de sueños y
proyectos, puede causar molestia a muchas que creyeron que se es feminista por
intentar cambiar absolutamente todo, hasta el idioma.
Ser mujer,
posicionarse como tal, abrirse paso entre la maleza de la intolerancia nos
exige un arduo trabajo, tener la mente muy abierta, ser capaces de acceder a
debates y plantarnos bien en nuestras posiciones, sin caer en el ridículo ya
que sabemos que de ese lugar, una vez ingresadas, será imposible salir.
La campaña para el derecho de votar. |
LA IRRUPCIÓN DE LA MUJER EN ESPACIOS que
le estuvieron vedados mucho tiempo atrás, produjo un quiebre de dogmas
preestablecidos y también una serie de cosas que son realmente innecesarias.
Hay palabras que están establecidas y no indican género, tampoco indican que
seguir utilizándolas nos conviertan en machistas incurables sino todo lo
contrario, nos ubica en el sentido de la ubicación.
Es pésimo el
machismo, no nos cansamos de decirlo, pero hay que tener en cuenta que muchas
feministas mantienen ese machismo aunque crean lo contrario, o sea, aunque
supongan que están rompiendo con ese estigma.
La violencia
estatal, la violencia doméstica, la violencia de todo tipo abarca a ambos
géneros, por supuesto mucho más a la mujer, pero a esos casos considerados
aislados que también existen y se pretende invisibilizar no debemos bajo ningún
concepto omitirlos, excluiros a ellos de su papel de víctimas indudables cuando
lo son. El hambre (o la hambra…), la miseria, la persecución, la agresión, nos
pega fuerte a quienes tienen pene y a quienes tenemos vagina, no discrimina
género, color ni condición sexual.
Es espantoso
el feminicidio, tanto como el homicidio. El maltrato hacia el hombre tanto como
el maltrato hacia la mujer. No conozco la balanza que pese cuantos gramos más
de dolor siente una mujer que un hombre cuando los torturan.
MUCHAS COMPAÑERAS ESTÁN HACIENDO un
trabajo magnífico reclamando el lugar que nos corresponde en estas sociedades,
digno de acompañar y celebrar, acompañé, acompaño y acompañaré este trabajo. Lo
que sinceramente no puedo es asociarme cuando se redunda en pequeñeces que le
quitan fuerzas al verdadero sentido de las luchas femeninas.
Por ejemplo,
últimamente se van reemplazando palabras sin tener en cuenta que otras se
dejaron como están y a nadie le molestan. Si pretendemos hilar tan finito como
se viene haciendo, muchas se horrorizarán cuando por ejemplo destaque –según mi
propia percepción- que cuando decimos amor ponemos adelante el artículo “el” y a
nadie se le ocurrirá decir que sólo es cosa de hombres. Mucho menos cambiarlo
por “la amora”
Cuando
decimos “muerte” va precedida de “la” y no diríamos que somos nosotras las que
la generamos. Y así hay cientos de palabras que entran en esta comparación: la
injusticia, la justicia, el dolor, la tristeza, la alegría, el gozo.
Todas nos
abarcan a NOSOTROS y a NOSOTRAS (ahora también hay que aclarar por las…)
CUANDO LLEGARON MERITORIAMENTE AL
PODER algunas compañeras mujeres, se cambió presidente de
tal país, por presidenta, como para marcar bien la diferencia. Estuvo perfecto,
vale por qué no, aunque no se si vale tanto cuando la innovación pretende
generar posicionamiento ¿tendríamos que decir las feministas que la presidenta
fue una estudianta ardienta, que se compromete con la genta por ser excelente
dirigenta, que es aceptadamenta acompañada y que gobierna admirablementa? No,
simplemente nos quedamos con la presidenta que es la forma en que debe
mencionarse porque representa el participio activo del verbo ser: ellas
presiden, son presidentes. Esto no convertiría a nadie en machista y
seguiríamos hablando de excelentes profesionales.
No escuché a
ninguna quejarse cuando se habla de un pianista, o un psiquiatra, un personaje,
un comandante, sean hombre o mujeres.
Luego cuando
se habla de los y las miembros de determinado espacio, últimamente se cambió
por miembra. No puedo entenderlo, estimo que decir que una compañera es miembro
de una agrupación no implica mantenerla sometida. Es miembro ¿y qué?
No hay
diferenciación genérica en algunos términos, son como son a menos que tengamos
la pretensión de cambiar también el lenguaje en nombre del feminismo.
HE VISTO LA FORMACIÓN DE ESPACIOS feministas
que comenzaron una tarea impecable (¿o debo decir impecabla?) valiosa y
necesaria, especialmente por el lugar donde comenzaron a aglutinarse para abrir
los ojos de las mujeres aún atadas a principios arcaicos.
Asistí a las
exequias de esos espacios por una simple torpeza, su arenga se centraba en tres
sentidos que causaban asombro partiendo de un espacio feminista, nada menos.
Las compañeras con excelente voluntad pero errando la concepción, cantaban en
las manifestaciones: Somos PUTAS, lesbianas y abortistas. Y su estandarte eran
bombachas rosas dejadas en la puerta de alguna iglesia o institución oficial,
según ellas, como símbolo de liberación. Dicho subliminalmente: ¡¡¡la mujer debe
quitarse los calzones para ser libres!!!! (La verdad yo me siento más libre
sacándomelos cuando quiero…)
Sentí que era
como si aceptaran el concepto que alguna mujer nació para puta, o como si tener
que hacerse un aborto fuera lo que da estatus de feminismo. He visto también
muchas mujeres sufrir un desgarramiento físico y emocional por haber tenido que
hacerlo. Ninguna lo hace porque quiere, sino que es impulsada por determinado
factor pero de allí a celebrarlo con consignas me resulta algo por demás machista.
Muchas
feministas se apartaron del espacio considerando que no podía ser esa la
consigna central y otras que podrían haberse integrado no lo hicieron por el
mismo motivo.
Ser puta o
aprobar la ley del aborto no puede adquirir sentido festivo, de hecho las
trabajadoras sexuales no están a gusto ejerciendo esa profesión, la sociedad
machista, patriarcal y hoy obsoleta fue la que las empujó a ello. ¿Qué hacemos
ahora, nos enorgullecemos de ser esclavas sexuales desde nuestros espacios
reivindicatorios de la mujer? El espacio murió asesinado desde adentro, las
mujeres más pobres volvieron al hogar donde sus esposos las maltrataban, nadie
pudo guiarlas. Ese fue el resultado de la imprudencia por desconocimiento de la
teoría hermosa del feminismo.
Lesbianas y feministas en la capilla de la Universidad Complutense en Madrid manifiestan. |
CREO QUE URGE UN REPLANTEO A FONDO de
la concepción del verdadero feminismo (notemos que feminismo también sería
masculino y no nos espantamos…) analizar qué es lo que decimos y como lo
decimos, cuando levantamos esas banderas, hecho que debe ser impostergable pero
que exige, además, mucha conciencia, mucha claridad e ir al fondo real de los
problemas dejando las nimiedades que al fin son las que pueden terminar
ahogando el proyecto que es invalorable.
Utilicemos el
idioma para dejar sentadas nuestras ideas, nuestros legados heredados de
mujeres que se animaron a ser consideradas diferentes y que dieron su vida por
la continuidad de ese proyecto emancipador.
Pareja guerrillera de las FARC. 35-40 por ciento de los combatientes son mujeres que pelean hombro a con los varones. |
HAY MUCHOS COMPAÑEROS DISPUESTOS a
ayudarnos, junto a ellos podremos alcanzar lo que anhelamos, codo a codo,
tomemos el ejemplo de la vida que nos enseña que todo es mucho mejor cuando lo
hacemos entre dos: hombre-mujer, hombre-hombre, mujer-mujer. Seamos capaces de
ir al grano de la cuestión, nada pasa por ser llamadas presidente (versión
lingüística original) o presidenta (versión “pseudo-feminista”) y por si
alguien lo olvidó recordemos que las presidentas hoy siguen teniendo edecán
(mujeres) hasta que alguien se rescate del error y comience a llamarlas
edecanas porque allí sí, corresponde el cambio…
A todas y a
todos mi fuerta abraza… y a luchar en serio que hay mucho por hacer y la tarea
debe ser profunda y seria, tanto como las circunstancias exigen.
No me aguanto el comentario sobre el artículo el que comparto desde el reconocimento y solidaridad con la lucha heróica que mujeres y hombres están librando en Honduras, frente a la violencia de Estado y por la construcción de una sociedad justa y democrática. Si de este párrafo hubiera quitado la palabra mujeres se leería reconocimiento de la lucha heróica que los hombres de Honduras están librando frente a la violencia de Estado y por la construcción de una sociedad justa y democrática.
ResponderEliminarPor ello cuestiono el enfoque de la autora del artículo en relación a la nimiedad que pueda significar la demanda por el uso de un lenguaje no sexista e incluyente que haga visibles a las mujeres, a sus imaginarios, a la manera de nombrar el mundo y la lucha. El fondo del asunto finalmente tiene que ver con la despatriarcalización del moviento social; una de las acciones a favor de este tortuoso proceso es proponer y demandar hacer visible lo invisible.
Cuando son las mismas mujeres las que con argumentos como los expuestos en el artículo (que son los mismos expuestos por el rancio presidente de la Real Academía Española hace algunos años, quienes reducen a nimiedad (que se parece mucho a necedad) una acción feminista, la tarea se nos hace más dificil. Esta ha sido una de las estrategias más efectivas del patriarcado para mantener la balanza inclinada siempre a un sólo lado de la sociedad.
H U G !!!
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